En una visita sorpresa a la mayor cárcel de inmigrantes de California, llamó la atención de los inspectores la cantidad de sábanas trenzadas en las celdas.

El personal de este centro de detención en la ciudad de Adelanto las llama "horcas". Las vieron en 15 de 20 celdas visitadas.

"He visto varios intentos de suicidio usando sábanas trenzadas colocadas en los conductos de ventilación", dijo un detenido, citado en un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que condujo la inspección sorpresa en esta cárcel administrada por una empresa privada y cuyos resultados se divulgaron este martes.

"Los guardias se ríen y les llaman [a estos intentos] 'suicidios fracasados' cuando vuelven del centro médico".

En marzo de 2017, destacó el informe, un hombre de 32 años murió en el hospital después de ahorcarse con su sábana en su celda. La ICE, la policía migratoria que controla las cárceles, reportó otros tres intentos de suicidio, dos con sábanas.

De acuerdo con la Oficina del Inspector General, que usó también cifras de la prensa, entre diciembre de 2016 y julio de 2017 un total de siete personas intentaron quitarse la vida en el centro de detención de Adelanto, que acoge a 1.940 detenidos, hombres y mujeres.

En el recorrido con los inspectores, el guardia que los escoltaba quitó una de las sábanas y ordenó en otra celda a un detenido que la quitara antes de desistir. Habían muchas de esas "horcas", que violan las normas del ICE.

No obstante, las autoridades de la cárcel dijeron que no era una prioridad controlar este tema, lo que la OIG consideró una "indiferencia por la salud y seguridad de los detenidos".

Algunos de los presos en Adelanto --ubicada 150 km al noreste de Los Ángeles-- dijeron que colocaban las sábanas así para destrenzarlas y crear una cortina cuando querían privacidad. Otros dijeron que las trenzaban para usarlas de tendedero.

- "Raya en lo macabro" -

El reporte, fechado el 27 de septiembre, notó además errores en la segregación de los detenidos, en referencia a la separación de la población general por razones disciplinarias o administrativas.

Colocó el ejemplo de un hombre parapléjico que duró nueve días postrado en su silla de ruedas, sin poder dormir en una cama o asearse, luego de que fuera colocado por error en el pabellón disciplinario.

Los inspectores observaron igualmente a detenidos siendo trasladados a celdas de aislamiento con esposas o cadenas, lo que contradice las normas de ICE.

"Da la impresión de que se trata de una detención penal y no de una detención civil", señaló el texto.

Asimismo, el reporte señala falta de atención médica rutinaria en este centro de reclusión administrado por un privado.

Los detenidos segregados deben ser chequeados diariamente, pero los inspectores constataron que el personal médico prácticamente firma la ficha sin hacer una revisión.

El hombre en la silla de ruedas nunca fue evaluado, por ejemplo. Tanto así que la bolsa con la sábana y los artículos de higiene estaba aún cerrada.

En general, los reclusos esperan semanas y hasta meses para ver a un médico, y muchas veces su cita queda cancelada sin explicación.

ACLU, la mayor organización de derechos humanos del país, consideró que las fallas identificadas en Adelanto "rayan en lo macabro".

- Peor que criminales -

Lo mismo con la atención odontológica, que ha fallado en cumplir con limpiezas dentales y tratar caries.

El ICE estipula que un recluso con más de seis meses en prisión debe tener acceso a cuidado dental.

Pero según los datos de Adelanto, ningún detenido recibió una limpieza o empaste de caries en casi cuatro años.

Los dos odontólogos --que aseguran no se dan abasto-- recomendaron usar un hilo de media como hilo dental.

Otra opción es la extracción de muelas, aunque un hombre dijo que tuvo que esperar ocho meses y otro que le sacaron el diente errado.

El ICE indicó a la OIG que realizó una inspección a la instalación y que "implementa acciones correctivas".

No es la primera vez que se detectan fallas en Adelanto. Algunos inmigrantes detenidos allí han dicho que el trato que reciben es peor que el de criminales, lo que ha impulsado varias protestas y huelgas de hambre, fuertemente reprimidas.